Alfombra roja: Margrethe Vestager

Política Exterior
 |  2 de septiembre de 2016

“No es cuestión de impuestos más o menos altos: se trata de que cada empresa contribuya, no solo aquellos miles de negocios que ya contribuyen y que sospechan que sus competidores han obtenido una ventaja frente a ellos”.

Hija de pastores luteranos y dedicada a la política profesional desde que tenía 21 años, Margrethe Vestager se ha convertido en menos de dos años en la mujer fuerte de la Comisión Europea. Nacida en la localidad danesa de Glostrup hace 48 años y licenciada en Economía, la actual comisaria de Competencia tiene sobre su mesa casos abiertos contra Amazon, Starbucks, Fiat, Gazprom, Google y Apple, entre otros.

Con un sólido currículum político, Vestager ha sido miembro del Parlamento danés desde 2001 hasta 2014 y ministra de Economía y de Interior entre 2011 y 2014. Su iniciación en política fue de la mano del Radikale Venstre Party (partido Izquierda Radical), uno de cuyos fundadores fue su bisabuelo. De 2007 a 2014 lideró el partido hasta incorporarse en la Comisión Europea presidida por Jean-Claude Juncker. En la cartera de Competencia, asumió con rapidez y energía algunos de los expedientes abiertos por su antecesor, Joaquín Almunia. Entre ellos, el acuerdo con Google, aún pendiente de cerrar.

Las tecnológicas estadounidenses, hábiles en alcanzar acuerdos fiscales tan complejos como beneficiosos, la acusan de intentar proteger el poco prometedor panorama innovador europeo y de poner en riesgo la inversión estadounidense en el continente. Vestager es clara: pagar los impuestos adecuados es la principal responsabilidad social corporativa de cualquier compañía. Garantizar la competencia pasa por una fiscalidad transparente y justa.

El 30 de agosto, la comisaria anunció una sanción a Apple de 13.000 millones de euros en concepto de impuestos eludidos gracias al acuerdo suscrito en 1991 entre la compañía y el gobierno irlandés. Para Vestager ese acuerdo fiscal constituye una ayuda de Estado encubierta en los últimos 10 años. Los beneficios del acuerdo para Apple eran inmensos. Como ejemplo, la comisaria informó que en 2011 por cada millón de euros de beneficios obtenido por las sedes de Apple en Irlanda, la compañía pagaba solo 500 euros en impuestos. En 2014 la cifra fue de 50 euros de impuestos por millón de beneficios.

 

 

Por su parte Apple, en un comunicado a sus filiales y trabajadores en Europa (1,5 millones en todo el continente), recuerda los 6.000 empleos generados en Irlanda, la mayoría de ellos en Cork, donde está su principal sede europea, y la precaria situación económica de la ciudad cuando se instalaron en octubre de 1980, con 60 trabajadores. Apple advierte sobre la retroactividad de la sanción y la inseguridad jurídica de las inversiones en Europa.

Algunos han señalado que la interpretación y la aplicación de la legislación antitrust europea por parte de Vestager es tan innovadora como Apple, que hizo del “Think different” su lema durante décadas. Los efectos de la sanción trascienden a la empresa. Las autoridades de EEUU han emitido un comunicado manifestando su desacuerdo con la que interpretan, según ellos, como una ruptura de los acuerdos de no doble imposición suscritos.

Aficionada a tejer –incluso durante las reuniones de trabajo– Vestager ha regalado a algunos de sus compañeros en Bruselas lo que se conoce ya como el obsequio tradicional de la danesa: un elefante tejido por ella misma. Considerada por muchos como la inspiradora del personaje central de la serie Borgen, Vestager fue elegida en 2015 por POLITICO.eu como la segunda personalidad, de una lista de 28, con más capacidad de transformar la Unión Europea.

Twitter: @vestager

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *