Esta semana en Informe Semanal de Política Exterior

 |  18 de enero de 2010
Empresas españolas en América Latina.

La devaluación monetaria en Venezuela y el conflicto de la presidenta argentina, Cristina Fernández, con el Banco Central en torno al uso de las reservas y con los tenedores de bonos de deuda pública, a quienes llamó “buitres”, han hecho mella en la valoración bursátil de varias grandes compañías españolas, con una caída del Ibex frente a otros índices europeos.

La penalización en las bolsas no se ha debido sólo al impacto de la devaluación del bolívar (de 2,15 a 4,3 bolívares por dólar) sobre los beneficios de las empresas españolas. Los temores tienen que ver más con la creciente percepción de deterioro económico en unos países donde España tiene importantes inversiones. La devaluación venezolana afectará sobre todo a Telefónica, que obtiene en ese país el 6% de sus ingresos y el 10% de su Ebitda. Todo eso valdrá ahora la mitad.

Los mercados no se han creído las afirmaciones de la operadora de que va a poder subir, como prometió, su dividendo hasta 1,75 euros por título en 2012, de ahí el castigo que ha recibido en bolsa, donde cayó el 3,17% el lunes siguiente al anuncio de la devaluación. Además, Telefónica tiene 2.000 millones de dólares pendientes de repatriar, que ahora valen también la mitad.

Una vez que el Santander dejó el país tras vender al gobierno el Banco de Venezuela por 1.050 millones de dólares, el otro segundo gran damnificado es el BBVA, que obtiene a traves de su filial venezolana –el Banco Provincial– el 5% de sus beneficios. Según Capital Bolsa, la devaluación recortará sus ingresos en el país caribeño en unos 1.900 millones de dólares.

Menos afectadas serán Repsol e Iberdrola, que funcionan en dólares. Otras empresas que también verán mermados sus ingresos en euros son Mapfre, Sol Meliá, Duro Felguera o Elecnor. Pero lo peor es que pueden encontrarse con nuevas sorpresas. En noviembre, Chávez volvió a amenazar con la nacionalización de la banca. Tras el cierre de siete bancos y la conversión de otros cuatro en una nueva entidad, el Estado controla ya el 24% del ahorro del país.

Pese a que la devaluación aumentará de los ingresos del Estado (unos 100.000 millones de bolívares más), no tardará en desatar una espiral inflacionaria que no podrá controlarse manu militari, como pretende el gobierno movilizando al ejército y la policía para que vigilen los comercios.

El país importa casi todo, lo que hará que los precios suban al menos un 50%. La inflación en 2009 rozó el 30%, la más alta de la región. Según un sondeo de Hinterlaces, ahora el 65% de los venezolanos exige que Chávez entregue el poder ‘‘a un nuevo liderazgo’’ en las elecciones de 2012.

En Argentina, las empresas españolas han tenido que hacer frente a sucesivas medidas arbitrarias como la expropiación de Aerolíneas, las presiones sobre Repsol para vender YPF y constantes restricciones a Telefónica sobre las tarifas del servicio. La última de ellas ha sido la prohibición de vender servicios de Internet durante un mes, y fue multada por no comunicar debidamente su entrada en Telecom Italia, accionista de Telecom Argentina. La medida podría obedecer a la intención del gobierno de favorecer a la familia Werthein, socia de Telecom Italia en Telecom Argentina e interesada en controlar la compañía.

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