Esta semana en Informe Semanal de Política Exterior

 |  3 de agosto de 2009

Mohamed VI, 10 años después.

La consolidación en el poder de Mohamed VI, 10 años después de haber ascendido al trono del reino alauí, ha sido en parte debido a sus principales logros en política exterior: el anclaje de su país en el entorno europeo y su fijación por asegurar la ocupación del Sahara Occidental. Sin embargo, sus esfuerzos como “monarca ejecutivo”, como él mismo se ha calificado, han sido menos eficaces en el frente interno: no ha conseguido superar importantes rémoras como las altas tasas de desempleo y analfabetismo que alimentan los flujos de la emigración clandestina.
A pesar de ello, en las elecciones municipales del 12 de junio el rey afianzó su control sobre el sistema político, y no sólo arbitrando el juego de los partidos y reafirmando lealtades como hacía su padre, Hassan II, sino yendo un paso más allá, con la creación de un partido que será en adelante el representante de los intereses de la corona.
El Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), fundado hace 11 meses por un estrecho colaborador del rey, Fuad ali el Himma, salió de la nada para vencer a veteranas agrupaciones como el nacionalista Istiqlal, el islamista Partido Justicia y Desarrollo o la izquierdista Unión Socialista de Fuerzas Populares. El PAM presentó más candidatos que ningún otro partido, alrededor de 17.000, demostrando cómo el régimen domina el juego político.
El PAM está permitiendo al rey gestionar la vida municipal en importantes ciudades que habían estado en manos de los islamistas. Y probablemente ese partido le será también útil para formar gobierno, sobre todo si la debilitada coalición gubernamental sufre un revés en el Parlamento al votarse alguno de los asuntos sensibles como los presupuestos, que están en agenda para 2010.
La política exterior de Rabat bajo el reinado de Mohamed VI ha presenciado una importante mejora de las relaciones con España, reflejada en la firma de un acuerdo financiero por valor de 520 millones de euros para el trienio 2009-11. Esa suma es la mayor concedida al reino alauí hasta ahora por un país europeo. España ya es el primer socio de Marruecos en volumen de cooperación al desarrollo y el segundo inversor después de Francia.
En el primer semestre de 2010 se celebrará además, en plena presidencia española del Consejo de la Unión, la primera cumbre UE-Marruecos. En octubre de 2008 Bruselas concedió al país un Estatuto Avanzado, lo que le permite participar por invitación en algunos Consejos de la UE, estar más asociado a operaciones comunitarias de gestión de crisis, intensificar el diálogo sobre política exterior y de defensa, poner en marcha zonas de librecambio y celebrar cumbres con la Unión como la prevista para 2010.
Así, ante la inquietud de otros países mediterráneos por la disolución del marco euromediterráneo en el contexto de la más amplia Política de Vecindad (PV) y de las imprecisiones de la Unión por el Mediterráneo, Marruecos se ha convertido en el primer beneficiario de los fondos de la PV y lidera en el Magreb los hermanamientos con ayuntamientos europeos.

Para más información:

Iván Martín, «El estatuto avanzado de Marruecos en la UE. ¿Cuánto más que la asociación y cuánto menos que la adhesión», ARI 158. Madrid: Real Instituto Elcano, 2008.

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