AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 55

Manifestación contra el terrorismo. Barcelona, 21 de agosto de 2017./Albert Llop/Anadolu Agency/Getty Images

Las otras víctimas

Mustapha Aoulad Sellam
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Los últimos atentados terroristas han provocado una gran desconfianza por parte de un sector de la sociedad y de las instituciones frente a la población musulmana.

Durante las horas posteriores a los atentados de Barcelona, y hasta bien entrada la madrugada del 18 de agosto, en la que se completó el terrible paisaje con los hechos de Cambrils, intercambié conversaciones a través de llamadas, mensajes y redes sociales. La gente expresaba muchas emociones y sentimientos: miedo, tristeza, impotencia, rabia, vulnerabilidad… Al mismo tiempo, las noticias confirmaban que los presuntos autores que habían cometido el atropello masivo con una furgoneta en las Ramblas eran un grupo de jóvenes de origen marroquí, crecidos y educados en la población de Ripoll. Unos chicos completamente extraviados y manipulados hasta convertirlos en radicales violentos, que hicieron todo esto para realizar un supuesto yihad bajo las órdenes de un imam, quien a su vez tenía referentes y/o vinculación con la organización terrorista mal llamada Estado Islámico (Daesh), que unas horas más tarde, había reivindicado los atentados.

En el transcurso de los días siguientes, además de atender a algunos medios de comunicación, tuve la oportunidad de hablar y comentar lo sucedido con mucha gente –musulmana, no musulmana, española, catalana etcétera–, lo cual me ayudó mucho. En primer lugar, me permitió hacerme una idea clara de las dimensiones de la brutal tragedia, y así situarme definitivamente frente a la complejidad de los acontecimientos y la multiplicación imparable de la información asociada a éstos.

En segundo lugar, me permitió tranquilizarme porque no descartaba que se pudiera cometer alguna represalia islamófoba en las horas y días inmediatamente posteriores a los atentados.

También me sirvió para discutir y matizar diversos aspectos de los atentados. Por ejemplo, la sorpresa con la que mucha gente recibió la fatal noticia, por mucho que los…

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