>   NÚMERO 77

El comercio regional en América Latina

Ángeles Sánchez Díez
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El comercio intrarregional está más diversificado y tiene un mayor contenido tecnológico que el realizado fuera de la región. Potenciarlo puede contribuir a la generación de empleo, crecimiento y desarrollo, por lo que debería ser objetivo central de las agendas nacionales y supranacionales.

La integración económica latinoamericana tuvo sus orígenes en los años sesenta y fue diseñada como un instrumento para facilitar el crecimiento y desarrollo de la región a través de la denominada estrategia de industrialización sustitutiva de importaciones. Para ello, las economías latinoamericanas establecieron elevados niveles de proteccionismo frente a terceros países, no solo con altos aranceles, sino también contingentes y restricciones de acceso a divisas, permisos de exportación e importación o una legislación de inversión extranjera directa con numerosos obstáculos para la llegada de empresas, entre otras medidas. Los policy makers de la época sabían que esta vía hacia la industrialización de sus países tendría un efecto no deseado: limitar la capacidad de producción competitiva de los países, particularmente de aquellos de menor tamaño que difícilmente podían aprovechar las economías de escala. Para superar estas restricciones se planteó la creación de mercados regionales que permitieran la especialización y competitividad de la industria naciente en América Latina. Bajo esta lógica se fundaron la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio y el Mercado Común Centroamericano (1960), el Pacto Andino (1969) y la Comunidad del Caribe (1973), que en cierta medida se inspiraron en la experiencia europea.

Así se articuló una primera generación de acuerdos subregionales. No obstante, estas iniciativas se caracterizaron por un cierto fracaso debido a los problemas para alcanzar sus objetivos económicos, políticos y sociales. Todo ello vino acompañado de graves dificultades económicas y políticas, particularmente a partir de los años setenta, como consecuencia del sobreendeudamiento de las economías latino­americanas, el propio fracaso de la industrialización sustitutiva de…

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