Editorial: Debate
Fecha: 2014
Páginas: 304
Lugar: Debate

El Corazón Americano

Guy Sorman
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Guy Sorman pasó un año recorriendo Estados Unidos, investigando durante su viaje el funcionamiento del tercer sector de la economía, la donación. Un espacio social y cultural que cubre los espacios que dejan el Estado y el mercado. Este sector tiene una especial importancia en EE UU, un país donde la donación representa el 10% de la economía y el  10% del empleo, donde nueve de cada diez ciudadanos hace una donación anual.

Sorman explica a lo largo de su libro las razones por las que la cultura de la donación ha calado tan hondo. Para él, ser voluntario o donante es parte de la identidad americana, el sentimiento de pertenecer a una comunidad y la búsqueda de la integración social. Pero también explora otros motivos como la fe del estadounidense, mucho más asociacionista que en otros lugares, la vanidad, el espectáculo o el lavado de imagen.

Así, Sorman se aventura en un viaje que él califica como complicado, en un sector que no gusta de ser analizado y criticado, y que en ocasiones peca de falta de transparencia. Desde el ciudadano que ayuda en la parroquia de su barrio hasta el súper rico sureño para el que la caridad es un entretenimiento relacionado con su vida social, Sorman nos enseña todas las caras de los donantes (de tiempo y dinero) estadounidenses. Los grupos de presión, los centros de pensamiento o think tanks; filántropos, mormones y bautistas, todos son parte del Corazón Americano y contribuyen a cambiar la sociedad y en ocasiones a mejorarla.

En este libro encontramos también los nombres más famosos de la filantropía, desde Bill Gates o Bill Clinton hasta Madona. Sorman se pregunta hasta qué puntos los esfuerzos de las estrellas han estado bien encaminados. Si han tenido resultados visibles estas inversiones millonarias o por el contrario ellos han sido los únicos beneficiados con su generosidad. No se olvida tampoco de aquellos donantes que dirigen sus esfuerzos fuera del país. Fundaciones y misioneros guiados por  ese sentimiento mesiánico tan americano que busca extender el American way of life.

El autor no se limita a dar detalles sobre donación y donantes sino que pregunta y responde cuestiones sobre moralidad. ¿Hay más causas que la generosidad en la donación? ¿Pueden ser algunas de estas “malas causas”? ¿Importan acaso mientras el resultado sea bueno? Pero también sobre economía: ¿es este tercer sector más eficaz o menos que el Estado? ¿Es necesario? ¿Ganará terreno frente a otros sectores? Sorman, como francés, no puede evitar, ni lo intenta, hacer una comparación entre la cultura civil americana y la europea. Europa es más rígida, burocratizada y controlada, el espacio para la iniciativa privada se reduce y el Estado controla todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos.

El Corazón Americano deja un sabor agridulce, entre fascinación por el espíritu americano y desengaño con el teatrillo de la solidaridad. El libro encontrará detractores sin duda entre los defensores del Estado social, pero también de los más liberales. Me quedo con una frase del autor: “Cada uno proclama la superior eficacia del Estado, del mercado o la filantropía. Pero la verdadera legitimidad de la filantropía, me parece, está en otra parte: aporta al que dona tanto como al que recibe”.