Autor: Francisco de Asís Serrat y Bonastre
Editorial: Almed
Fecha: 2017
Páginas: 408
Lugar: Granada

Tánger, 1916-1924

Miguel Hernando de Larramendi
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Tánger 1916-1924. Radiografía de la ciudad del Estrecho en vísperas del Estatuto recoge las memorias de Francisco de Asís Serrat durante su etapa como jefe de la Misión Diplomática de España en Tánger entre 1916 y 1924, en un momento clave para la ciudad del Estrecho después del establecimiento del Protectorado hispano-francés en Marruecos en 1912 y durante el periodo previo a la definición del estatuto internacional que tendría la ciudad a partir de 1923.

Los años tangerinos de Serrat son solo una pequeña parte de unas memorias mucho más extensas redactadas por el autor para el uso privado de su familia y recuperadas por Ángel Viñas, quien editó en 2014 la parte correspondiente a la guerra civil.

Estas memorias marroquíes están precedidas de una completa y documentada introducción a cargo del catedrático de Historia Contemporánea del Islam, Bernabé López García, que ayuda al lector a situar la importancia de un relato, escrito por el diplomático español desde su exilio suizo en 1937 después de haber abandonado sus responsabilidades como primer responsable de la política exterior de Franco.

Las memorias tangerinas de Serrat son un testimonio de primera mano y del máximo interés al realizar una radiografía de la ciudad de Tánger en el periodo previo a su internacionalización, momento mucho menos tratado en la amplia bibliografía existente sobre la ciudad.

A lo largo del relato, el diplomático español da claves para comprender el funcionamiento de una ciudad que desde el siglo XVIII había sido la puerta de entrada de las potencias europeas en el Imperio jerifiano. Desde su atalaya en la legación española, Serrat describe la vida en Tánger desde los aspectos mundanos y sociales hasta el funcionamiento de las instituciones internacionales, escenario de una permanente rivalidad entre los intereses franceses y españoles. Sin embargo, su testimonio destila pesimismo y frustración hacia las autoridades españolas, tanto civiles como militares, incapaces de defender los intereses españoles en la ciudad.

Ese recorrido es acompañado de una radiografía de los mecanismos internos de funcionamiento de la ciudad así como de un repaso por los organismos, instituciones y empresas españolas, desde el Casino español hasta los Padres Franciscanos. Serrat también presenta una galería de semblanzas de miembros de la colonia española –la más numerosa de la ciudad–, de diplomáticos, personalidades marroquíes y de la aristocracia sefardí y figuras de la élite europea asentada en Tánger, como Walter Harris, el corresponsal de The Times secuestrado en 1906 por El Raisuni.

Las memorias proporcionan también al lector una mirada amarga sobre la política colonial española en el Norte de África desde la óptica de un diplomático involucrado en la misma tanto durante su etapa en Madrid como responsable de los asuntos marroquíes en el Ministerio de Estado (1911-1915), como en su condición de jefe de la legación española en Tánger durante los años siguientes. Serrat considera que el fracaso de la política colonial española en Marruecos que llevaría a la guerra del Rif y al Desastre de Annual en 1921 fue en gran parte resultado de la improvisación y de la falta de coordinación entre el Ministerio de Estado y el Ministerio del Ejército.  Serrat atribuye gran parte de la responsabilidad en estos sucesos a una excesiva militarización en detrimento de una acción política, civil y administrativa. El diplomático español, para quien la ciudad de Tánger debía haber sido incorporada a la zona marroquí bajo administración española, se muestra especialmente crítico con la inacción de los políticos que permitieron a Francia consolidar el estatuto internacional de Tánger en 1923. El malestar de Serrat, que no fue incluido en la delegación española encargada de discutir el estatuto de la ciudad en las conferencias de Londres y París, es especialmente palpable hacia el general Primo de Rivera, “nuestro pequeño Mussolini” a quien atribuye la responsabilidad de la firma de un acuerdo que no contentó a nadie y que acabaría impulsando una política revisionista hacia un estatuto considerado injusto y lesivo para los intereses españoles.