POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 47

El mito de la prensa como adversario en la guerra de Vietnam

Juan Manuel Fernández
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Veinte años después de su conclusión, la guerra de Vietnam mantiene vivos algunos de los mitos que hicieron singular este conflicto. Seguramente no podía ser de otra ma­nera para una generación que se formó con las imágenes de los soldados en la jungla, las protestas pacifistas, los disturbios raciales y que veía la televisión como un psicodrama nacional. Uno de los planteamientos más comunes acerca de la cobertura informativa de la guerra es considerar a la prensa como un adversario del poder político y militar que, mediante una labor permanente de hostigamiento y crítica, favoreció al enemigo en el campo de batalla, minó el apoyo de la sociedad norteamericana a sus dirigentes y resultó decisiva en la derrota final. El general William C. Westmoreland sentenció: “Vietnam fue la primera guerra de la historia perdida en las columnas del New York Times”.

El análisis de la actuación de los medios informativos en el seguimiento de este conflicto conduce a una conclusión diferente: los medios norteamericanos más influyentes respaldaron e incluso aplaudieron con entusiasmo las decisiones que fueron adoptando los presidentes John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson en el proceso de la progresiva implicación de Estados Unidos en la guerra. Es más, la prensa siempre fue a remolque de las directrices oficiales y no ejerció, salvo minoritarias excepciones, la oportuna crítica ni el análisis de los riesgos que, en determinados casos, podían derivarse de las actuaciones oficiales.

Esta conclusión se refiere al período comprendido entre 1961 y 1968, que se inicia con las primeras bajas de los consejeros militares enviados a Vietnam del Sur y llega hasta la ofensiva del Tet, en la que se alcanza la cota de más de medio millón de soldados norteamericanos, así como el grado máximo de confusión política y periodística en la percepción de la…

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