POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 129

España, por fin en su sitio

Miguel Ángel Moratinos
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Cuatro cumbres para la historia

La participación de España en la Cumbre del G-20 en Londres sobre la crisis económica internacional, en la Cumbre de la OTAN en su 60º aniversario en Estrasburgo-Kehl, en la de la Unión Europea-Estados Unidos en Praga, con la participación del presidente Barack Obama y, finalmente, la copresidencia del II Foro de la Alianza de Civilizaciones en Estambul ha significado un momento histórico del papel de España en las relaciones internacionales, sin precedentes en nuestra historia contemporánea que ha puesto, por fin, a España en su sitio.

Esta presencia española en las citadas cumbres tiene no sólo relevancia por el retorno de nuestro país a la gobernanza mundial, sino que se produce además en un momento en que se empiezan a delinear los contornos de lo que será sin duda el nuevo orden internacional del siglo XXI.

A lo largo del siglo XX, desde luego, nuestro país no estuvo siempre en las grandes mesas de negociaciones. Hay que retrotraerse históricamente a la Conferencia de Algeciras, en 1906, para encontrar precedentes de una participación de España con los principales actores internacionales en el diseño de un arreglo internacional para la región, aunque en un contexto político distinto al actual. Desde entonces, durante más de 100 años, nuestro país ha estado ausente de las más importantes citas internacionales. Con una presencia menor en la Sociedad de Naciones, España decidió abandonarla en 1939. No estuvo en 1945 en la Conferencia de San Francisco ni participó en Bretton Woods. Tras 40 años de dictadura, España pudo por fin integrarse en la OTAN en 1982 y en las Comunidades Europeas desde 1986. En cambio, en el plano económico y financiero global, estuvo ausente en 1975 cuando se constituyó el G-6, en 1976 cuando se integró Canadá en el mismo para…

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