POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 123

La etapa castrense del castrismo

Luis Esteban G. Manrique
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“Un pueblo no se gobierna, general,
como se manda un cuartel”,
José Martí, 1884

 

La confirmación del general Raúl Castro, de 76 años, para presidir el Consejo de Estado y el ascenso del también general José Ramón Machado Ventura, de 77, a la primera vicepresidencia del órgano que ostenta la “suprema representación del Estado”, han confirmado que el poder en Cuba sigue en manos de los líderes históricos de la revolución de 1959. Tras abandonar sus principales cargos políticos, Fidel Castro es hoy sólo el secretario general del Partido Comunista de Cuba (PCC).

El mayor de los hermanos Castro había reunido todas las jefaturas posibles: comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), jefe del partido (primer secretario del PCC), jefe del Estado (presidente del Consejo de Estado) y jefe del gobierno (presidente del Consejo de Ministros). Probablemente, la Constitución cubana sea la única del mundo que se refiere al jefe de Estado con su nombre propio.

Sin embargo, ya en julio de 2006, varias semanas antes de que Fidel delegara sus poderes “temporalmente” a su hermano menor por enfermedad, tuvieron lugar cambios diseñados para asegurar una tranquila “sucesión filial” cuando dejara la escena. Entre ellos estaba el resurgimiento del secretariado del comité central del PCC, un cuerpo ejecutivo disuelto en 1991.

Desde 1990, Machado ocupa el cargo de jefe del departamento de organización del PCC. Con su nombramiento como nuevo “número dos” se refuerza su autoridad dentro del partido único. El comandante de la revolución, Juan Almeida (80 años); el ministro del Interior, general Abelardo Colomé Ibarra (68); Esteban Lazo (63), del buró político del PCC; Carlos Lage (56) y el nuevo ministro de Defensa, general Julio Casas Regueiro (72), yerno de Raúl Castro, son los otros cinco vicepresidentes del nuevo Consejo de Estado. Fidel se ha…

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