POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 177

Zona de llegada de los líderes de la UE al edificio del Consejo Europeo para la reunión especial de 27 jefes de gobierno sobre el Brexit (Bruselas, 27 de abril de 2017). CONSEJO EUROPEO

Temores y esperanzas para la Unión Europea

En este 2017 la UE haría bien en dejar de proclamar años ‘decisivos’ o elecciones ‘definitivas’. La reflexión abierta y necesaria sobre el futuro de Europa pondrá repetidamente a los líderes ante difíciles disyuntivas. España está en condiciones de participar de forma activa.
Salvador Llaudes
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El inicio de 2017 traía consigo mucha incertidumbre para un proyecto europeo que no pasa por su mejor momento. A las dolorosas e irresueltas crisis económica y de refugiados (además de la hostilidad rusa, el terrorismo y el iliberalismo rampante en el seno de la Unión Europea) se sumaban dos acontecimientos a lo largo de 2016 que hacían temer incluso por el futuro de la UE: la decisión de los votantes británicos de apostar por el Brexit y la de los electores estadounidenses de escoger como presidente a alguien tan abiertamente contrario al proyecto comunitario como era Donald Trump.

El calendario electoral tampoco ofrecía tregua en este 2017, con al menos tres elecciones decisivas en Europa, las tres de países fundadores de la Unión: Holanda, Francia y Alemania, en este orden. Se temía, con razón, el efecto dominó que podían tener para el populismo europeo las victorias ya citadas en los países anglosajones. Tanto el PVV de Geert Wilders (quien lideró los sondeos durante muchos meses en Holanda), como Marine Le Pen (quien hizo lo propio en Francia) y Alternativa por Alemania (AfD, que rondaba el 15% en distintas encuestas de opinión), gozaban de un apoyo popular muy considerable.

La realidad, no obstante, es que se ha subestimado la capacidad de movilización de las fuerzas contrarias a este populismo. Si bien es cierto que cada vez gana más fuerza en el debate el eje cosmopolitano/nacionalismo contra el clásico izquierda/derecha, no lo es menos que en lugar de haberse producido un efecto contagio, lo que ha pasado más bien es lo contrario: un efecto vacuna, al menos por el momento. Así, en Holanda las elecciones volvieron a ser ganadas por los liberales de Mark Rutte, que tendrán que formar gobierno en una coalición con al menos tres socios, entre los que…

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