POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 146

Un plan de acción exterior integral para España

Irune Aguirrezabal
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En medio de las incertidumbres que ha traído la crisis, España no puede aplazar por más tiempo el diseño de una estrategia-país a largo plazo, que aporte una visión consensuada de lo que queremos ser y el lugar que nos proponemos ocupar en el mundo.

 

Desde hace unos meses asistimos a un debate sobre la necesidad de fortalecer la Marca España. Bien planteado es un debate oportuno y necesario. No obstante, no es suficiente. Y no lo es si esa Marca España no va acompañada de un proceso de elabo­ración de una estrategia de acción exterior integral e integradora, trans­versal y global.

En La quinta disciplina, Peter Senge asevera que “una visión compartida no es una idea. Es una fuerza en el corazón de la gente, una fuerza impresionante de poder”. Al igual que él, muchas escuelas de negocios llevan décadas enseñando a directivos a construir una visión poderosa de las organizaciones empresariales que identifique la aspiración futura de lo quiere ser la empresa, expresada como un desafío que impulse a todos los actores a dar lo mejor de sí con un objetivo: catapultar a la organización hacia el éxito.

 

¿Por qué una organización como el Estado no es capaz de dotarse de una misión y estrategia de acción exterior como país? Es posible y, sobre todo, es urgente. ¿Qué país queremos ser y cómo lo vamos a promover y defender en el exterior?

 

La España de 2012 poco se parece a la de 1970. Entonces se trataba de un país aislado del exterior, subdesarrollado y sin libertades. La generosidad y liderazgo de políticos y otras personalidades, y una sociedad española que llevaba años preparándose, supieron construir esa visión poderosa que permitió la transformación. Hoy España es un país democrático, europeo, potencia regional media, somos 47…

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