El programa de Guillier habla de continua el legado de Bachelet, centrándose en la profundización de los programas sociales y la reactivación de la economía.

Alfombra Roja: Alejandro Guillier

Política Exterior
 |  24 de noviembre de 2017

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Chile, el 19 de noviembre, el gran favorito, el expresidente Sebastián Piñera se alzó con la victoria, aunque con un resultado por debajo del esperado (36,6% de los votos). Ahora se tendrá que ver las caras en el balotaje del 17 de diciembre con Alejandro Guillier (22,6% de los votos). En esa segunda vuelta tendrá mucho que decir la gran sorpresa de la primera, Beatriz Sánchez, que con su 20,3% de los votos podría inclinar la balanza en uno u otro sentido. Pero quien se tiene que ganar el pan de los votos es Guillier, en un contexto político marcado por las ganas de cambio.

En Chile se percibe un deseo de renovación de las élites, reflejado en el ascenso de fuerzas nuevas como el candidato independiente de la derecha más conservadora, José Antonio Kast, y el Frente Amplio de la citada Sánchez. Establecida formalmente a principios de este año, esta coalición de izquierdas está conformada por antiguos líderes estudiantiles de las movilizaciones del 2011. Su ascenso ha sorprendido a muchos y es el grupo llamado a marcar la segunda vuelta de las presidenciales.

Pero volvamos a Guillier. Senador independiente desde hace cuatro años por Antofagasta, el candidaro oficialista se postula por La Fuerza de la Mayoría, agrupación que cuenta con el respaldo del Partido Socialista, del Comunista, del Radical Social Demócrata, de Por la Democracia, de la Izquierda Cristiana y del Movimiento al Socialismo. A pesar de su escaso recorrido político, Guillier cuenta con gran apoyo popular al encarnar una figura ajena a los grupos de poder. Tampoco es militante de ninguno de los partidos que lo proclamaron candidato. La sociedad, así, no lo ve contaminado por la corrupción política.

Consciente del aumento del rechazo ciudadano por los partidos tradicionales, su estrategia se ha basado en mostrarse como exponente de una nueva manera de hacer política. Pero para alcanzar la presidencia Guillier deberá lograr una alianza con el Frente Amplio u obtener el apoyo de los votantes de Sánchez. También puede buscar apoyo en los votantes de la democristiana Carolina Goic, que obtuvo un 5,9% de los votos. Su coalición Convergencia Democrática también es oficialista, lo que favorece a Guillier.

 

¿Presidente de la gente?

Guillier, que se presenta como el presidente de la gente, nació en La Serena en 1953. Estudió sociología y periodismo y realizó un máster en Ciencias Sociales. Luego comenzó su carrera como comunicador, trabajando como periodista, reportero, corresponsal y presentador de radio. También ostentó el puesto de vicedecano y docente de una escuela de Periodismo, y más tarde llegó a ser presidente del Colegio de Periodistas de Chile. Durante su trabajo en televisión, participó en los principales noticieros y programas, incluida la Televisión Nacional de Chile y el canal privado Chilevisión, del cual Piñera, su actual rival político, era dueño. En 2013, Guillier abandonó su carrera periodística para postularse como candidato independiente al senado de Chile con el apoyo del Partido Radical. Fue elegido senador para la II Circunscripción de Antofagasta, participando en las comisiones de Minería y Energía, Defensa y Ética.

Su candidatura se basa en un programa electoral de continuación del legado Michelle Bachelet, centrándose en la profundización de los programas sociales y la reactivación de la economía. Para ello aboga por un crecimiento sostenible, innovador e inclusivo, que ayude a avanzar en la construcción de un Estado Social de Derechos. Busca fomentar el empleo y la salud pública, aumentar la gratuidad y destinar más fondos a la tercera edad. Respecto a la diversidad sexual, propone la tramitación del proyecto de ley del matrimonio civil igualitario, así como igualdad de derechos de paternidad y maternidad.

Guiller, además, pretende avanzar en un proceso de un nuevo orden constitucional que defina Chile como un Estado descentralizado y que recalque el carácter plurinacional del mismo. A través de la descentralización pretende obtener una mayor participación ciudadana y una distribución real del poder, incidiendo en el desarrollo integral de regiones y comunas donde se da una acusada desigualdad. También quiere reconocer institucionalmente a los pueblos indígenas y su autonomía territorial mediante la transferencia gradual de poderes y competencias. Ha propuesto, asimismo, bajar la edad de voto a los 16 años y crear un nuevo Tribunal Constitucional con una composición democrática, profesionalmente calificada y responsable constitucionalmente. El combate del narcotráfico fue uno de los temas clave durante la campaña electoral. En respuesta, Guillier ha propuesto la modernización de los cuerpos de policía.

Si bien la participación en las elecciones fue baja, no llegando a alcanzar el 50% del padrón electoral, por primera vez los chilenos en el extranjero han podido ejercer su derecho al voto. La abstención es Chile es amplia desde que en 2012 el voto pasara a ser voluntario.

Este electorado con dosis de apatía y alienación tendrá que elegir entre por continuar con las reformas de la última administración pero con una cara nueva, o un viraje a la derecha de la mano de una viejo conocido.

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