Turquía-UE-EE UU ante Oriente Próximo

 |  1 de julio de 2009

La política exterior turca está marcada por el proceso de negociación para su adhesión a la Unión Europea, liderado por el ministro Egemen Bagis, para quien la no integración turca marcará una distancia con los países musulmanes y fomentará el fundamentalismo. Los países miembros de la UE se dividen entre los partidarios, como España –“nuestro país debe convertirse en socio de referencia de Turquía en la UE” señala el secretario de Estados para la UE, Diego López Garrido–, y los detractores, como Francia y Alemania, para quienes el futuro de Turquía, pasa por un acuerdo de asociación privilegiada. En este proceso, Ankara cuenta con el apoyo de la nueva administración americana, tal y como declaró el presidente Obama en su visita a Estambul el pasado abril.
Pero Turquía tiene otras prioridades: su relación con EE UU, los lazos con Rusia o la política hacia el Cáucaso, Asia Central, los Balcanes y Oriente Próximo. Como señala Ömer Taspinar, director del programa para Turquía, Brookings Institution, de Washington, tras décadas de pasividad, Turquía se está convirtiendo en un país activo en esta región, donde sus políticas parecen debatirse entre dos visiones opuestas: el neootomanismo, defensor de una ambiciosa política regional en Oriente Próximo, y el kemalismo, que opta por la moderación y la precaución.
Las relaciones entre Turquía y España gozan de buena salud. En abril se celebró la primera Reunión de Alto-Nivel entre los dos países, precedida por la Conferencia España-Turquía organizada por el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed) y el Istanbul Policy Center de la Sabanci University de Estambul.
En el terreno energético, Turquía es un mercado dinámico y un puente natural entre los ricos países productores de hidrocarburos de Oriente Próximo, el norte de África, el Caspio y Rusia, y los sedientos mercados del Oeste y el Sur.
Así, una Turquía más activa puede ser útil para los objetivos de EE UU y Europa en asuntos críticos, desde la energía hasta la no proliferación. La cuestión es si logrará una política exterior más equilibrada al tiempo que sigue dando prioridad a sus relaciones con Occidente.

Para más información:
Afkar/Ideas nº22, verano 2009
Turquía: hacia una política exterior neo-otomana, Ildefonso González (pdf) – Política Exterior Nº125 – 2008
La adhesión de Turquía a la Unión Europea, Ender Arat (pdf) Economía Exterior Nº42- 2007

Afkar/Ideas nº13, marzo 2007

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