AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 47

Arte y poder blando en el Golfo

Robert Kluijver
 | 

Cambio de imagen, adquisición de capital cultural e inversión en el desarrollo cultural a largo plazo son los objetivos de la región en su compromiso con el arte.

Últimamente se ha escrito mucho y se ha generado un gran debate en torno a la adquisición por parte de los países del Golfo de los iconos de la cultura mundial: cuadros famosos, distintivos de artistas de renombre, e incluso museos enteros. Esto se ve como un ejercicio de “poder blando” (soft power), definido por Joseph Nye como “la capacidad de obtener lo que quieres a través de la atracción, en lugar de la coacción o el pago”. Así pues, cabría preguntarse, ¿qué objetivos hay detrás de las inversiones del Golfo en arte? Y ¿se están cumpliendo?

Aunque desconocido para la mayoría, existe un panorama artístico pequeño, pero activo y prometedor, en los países del Golfo, que refleja la rápida evolución de las sociedades locales. ¿Qué puede decirnos la producción artística local del cambio sociocultural? También podríamos preguntarnos cómo casa una producción artística “de abajo hacia arriba” con las políticas “de arriba hacia abajo”.

 

El poder blando como política en el Golfo

Este verano, la Gulf Labor Coalition y la Global Ultra Luxury Faction, dos colectivos de artistas, han participado en la Bienal de Venecia con dos poderosas reivindicaciones contra la explotación de los trabajadores que construyen los museos del Golfo. Durante años, una campaña mundial liderada por artistas tiene en el punto de mira al Guggenheim de Abu Dabi: se acusa a la filial del museo con sede central en Estados Unidos de no preocuparse lo suficiente por los derechos de los trabajadores de Abu Dabi, y de plegar sus principios al acceso de la riqueza del Golfo.

Si el objetivo de los países del Golfo, al recurrir…

PARA LEER EL ARTÍCULO COMPLETO