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Salón Internacional del Libro de Argel (SILA), noviembre de 2016./Billal Bensalem/Nurphoto via Getty Images

Entre tradición y modernidad

Petra Dünges
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Hoy se publican más y mejores libros para niños, lo cual refleja las múltiples facetas de una sociedad árabe moderna en rápida transformación.

A pesar de los importantes obstáculos, en los últimos tiempos la literatura árabe infantil ha experimentado grandes avances, tanto en lo que se refiere a la calidad de los textos e ilustraciones, como a la variedad de los temas. En la actualidad se producen más y mejores libros para niños, lo cual refleja las múltiples facetas de una sociedad árabe moderna en rápida transformación, con sus tensiones entre tradición y modernidad.

La historia de esta categoría literaria es relativamente breve, y sus libros empezaron a publicarse en diferentes etapas en el mundo árabe. El primer país fue Egipto, donde existe desde finales del siglo XIX. Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) no empezaron hasta la década de los sesenta. En la actualidad, Egipto y Líbano son los centros de la industria editorial, tanto en lo que se refiere a la literatura infantil como para adultos. EAU también ha empezado a desempeñar un papel importante. Los autores e ilustradores árabes trabajan a escala internacional, algunos de ellos proceden de países como Sudán y Yemen, en los que la actividad editorial no pasa de ser marginal.

La inestabilidad política, la pobreza, la censura y el analfabetismo predominantes en muchos países árabes crean un clima desfavorable para la literatura. No es de extrañar que en el mundo árabe la producción de libros para niños sea inferior que en Occidente. Aun así, en comparación con lo que ocurría hace 20 años, ha aumentado considerablemente, se han creado nuevas editoriales y las grandes han ampliado su oferta de literatura infantil. Un factor decisivo parece haber sido la mejora del nivel educativo de las mujeres árabes. Como la mayoría de la población…

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