AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 40

Irán, el cambio permanente

Luciano Zaccara
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Rohaní ha revolucionado el panorama regional y ha logrado que Irán recupere su capacidad de actuación, en detrimento de Arabia Saudí, Qatar, Turquía e Israel.

Las elecciones presidenciales iraníes han demostrado no solo tener relevancia interna, por sus efectos sobre el sistema político, sino también por su impacto dinamizador de las relaciones internacionales de Oriente Medio, ya sea positiva o negativamente. El reformista Mohamed Jatamí había protagonizado en 1997 una iniciativa diplomática aperturista con su “Diálogo de Civilizaciones” y su talante negociador en relación con la cuestión nuclear, que le llevó a un proceso de negociación, posteriormente fallido, con el grupo UE-3 entre 2003 y 2005. Las tensiones existentes en la relación de Irán con las seis monarquías del Golfo Pérsico se vieron reducidas notablemente durante su presidencia. La visita de Abdalá bin Abdelaziz, príncipe regente de Arabia Saudí, a la cumbre de la Conferencia Islámica de Teherán de 1997 tras 15 años sin relaciones diplomáticas, representó ese acercamiento que ilusionó a la región y al mundo entero. Sin embargo, la llegada de George W. Bush a la presidencia de Estados Unidos en 2000 y la inclusión de Irán en su “eje del mal” en el discurso del Estado de la Nación de 2002, y en medio de la crisis afgana, tiró por tierra rápidamente con las expectativas de normalización bilateral y estabilidad regional…

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