AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 26

Magreb: ¿amenazas a la libertad religiosa??

Samy Ghorbal
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Su error? Haber intentado ?quebrantar la fe de los musulmanes?. Una acusación que puede castigarse con entre seis meses y tres años de prisión, según el artículo 220 del Código Penal. El 8 de marzo, 15 misioneros protestantes americanos, europeos y asiáticos, todos ellos trabajadores del orfanato de Ain Leuh, cerca de Ifrán, fueron expulsados de Marruecos junto con un padre franciscano católico de origen egipcio, Rami Zaki. La decisión, brutal, ha sembrado la confusión en la comunidad cristiana de Marruecos, de 190.000 almas, compuesta esencialmente de europeos y africanos, pero que también incluye conversos, cuyo número está estimado entre 1.000 y 2.000 (la cifra es de Zineb el Rhazui, doctoranda en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, París, y autora de una investigación sobre las conversiones al cristianismo en Marruecos, citada por Tel Quel, el 27 de marzo.) La actuación llega tras varias medidas administrativas de expulsión ?un total de 30 desde que empezó el año? y pone de manifiesto cierta crispación. El gobierno, en boca del ministro de Comunicación, Jalid Naciri, ha decretado ?tolerancia cero? y pretende en lo sucesivo controlar estrictamente la actividad de los misioneros evangélicos, así como perseguir el proselitismo. Con ello, el reino alauí pisa los talones a Argelia, enzarzada en un pulso con los ?fundamentalistas cristianos? que, bajo la apariencia de actividades humanitarias, aspirarían en realidad a reevangelizar Argelia, especialmente la región de la Cabilia, siempre turbulenta y atormentada por el particularismo bereber.
La cuestión del proselitismo se ha instalado con fuerza en el debate público magrebí. Alimenta temores y fantasmas. Retomado por políticos islamoconservadores faltos de notoriedad, periodistas en busca de sensacionalismo y predicadores wahabíes demasiado encantados de avivar el fuego, un rumor reiterado insiste al parecer en que el Magreb, Finisterre del Islam, se ha convertido en la tierra…

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