AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 31

Palestina, Israel y Egipto tras la ‘Primavera Árabe’

Joel Beinin
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Los cambios en el mundo árabe suponen un estímulo para los palestinos, al tiempo que han hecho surgir un movimiento de protesta en Israel.

El Movimiento Juvenil 15 de Marzo, cuyo nombre procede de las manifestaciones que tuvieron lugar ese día en Cisjordania y en la Franja de Gaza para exigir un acuerdo entre Al Fatah y Hamás, es la expresión palestina más clara de la Primavera Árabe de 2010 y 2011. Al día siguiente, el líder de Al Fatah, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, anunció su voluntad de viajar a Gaza a fin de mantener conversaciones con Hamás para llegar a un acuerdo. El 4 de mayo se firmó un pacto de reconciliación en El Cairo. 

La puesta en práctica del acuerdo entre Hamás y Al Fatah se ha paralizado porque Abbas insiste en mantener a Salam Fayad como primer ministro de la ANP. Hamás cree que Fayad es demasiado sumiso a Israel y a Occidente. Abbas considera que la credibilidad internacional de Fayad, que proviene de su doctorado en Economía de la Universidad de Texas, su experiencia profesional en el Banco de la Reserva Federal de Saint Louis y en el Fondo Monetario Internacional (FMI), y de que desde 2007 ha logrado crear una economía aprobada por el FMI y el Banco Mundial en Cisjordania, aumenta la viabilidad de su plan para solicitar la admisión de Palestina como Estado miembro de la ONU en septiembre. De hecho, Abbas ha adoptado la estrategia de Fayad de establecer un Estado palestino de facto creando instituciones que promueven la seguridad, la buena gobernanza y una economía de libre mercado. 

Cambio en el equilibrio de fuerzas regional
A pesar de que su aplicación se encuentra en un punto muerto, el acuerdo entre Hamás y Al Fatah es…

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