>   NÚMERO 54

Cooperación española al desarrollo: desafío político en una crisis financiera

Kattya Cascante
 | 

Los principios de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) son la financiación y la eficacia. Ambas resultan clave para lograr el mayor impacto posible. El recorte de 800 millones de euros sobre la previsión anual de 5.247,8 millones anunciado por el gobierno, supone un duro revés.

La actual crisis financiera ha hecho retroceder muchos de los logros en el desarrollo y la lucha contra la pobreza. Por primera vez en décadas, se ha incrementado el número de personas que pasan hambre en el mundo –hoy superan los  1.000 millones– y se ponen en entredicho las posibilidades de financiar el crecimiento económico de muchos países en desarrollo. Sin duda, la peor baza se la llevan los países menos avanzados, aquellos que por su vulnerabilidad tienen menos condiciones para afrontar una crisis originada por los países más adelantados y que va limitar aún más su progreso. La falta de financiación no sólo afectará más a las economías débiles sino que también supondrá un menor apoyo de las políticas de ayuda. De hecho, el último informe sobre desembolsos de la ayuda durante 2009, publicado por el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), refleja una reducción en términos absolutos de casi 3.000 millones de dólares en 14 de los países donantes más importantes.

PARA LEER EL ARTÍCULO COMPLETO