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La internacionalización de las escuelas de negocio españolas

Juan Luis Manfredi
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Las escuelas han sabido adaptarse a la economía de los servicios. Su propuesta no se limita al MBA, sino que ofrece formación para toda la vida a través de las redes Alumni, las aplicaciones, los servicios corporativos y el asesoramiento sobre la carrera profesional, entre otros.

Las escuelas de negocios son el desarrollo natural de un mercado abierto y competitivo, que reclama un servicio especializado, orientado al desarrollo de las capacidades directivas, la adquisición de competencias, así como la creación de conocimiento aplicado al mundo de la economía y la empresa. La misión y la naturaleza de las escuelas se ajusta a la realidad socioeconómica, de modo que se pone el acento en unas áreas de conocimiento en detrimento de otras. En 1959, el informe Ford & Carnegie orientó el trabajo de las escuelas estadounidenses en la segunda mitad del siglo XX. Entonces, como ahora, se pensaba que estas instituciones y las enseñanzas fundadas a principios de siglo en Harvard y Wharton habían sido superadas por el nuevo modelo socioeconómico surgido en la posguerra. Fueron las grandes multinacionales de capital estadounidense las que reclamaron a las escuelas que transformaran su propuesta educativa para atender nuevas necesidades de producción, dirección y gestión de las compañías industriales. El modelo educativo, experiencia directiva previa y curso de larga duración, y el método del caso se instalan en los claustros. Las universidades británicas asumen el modelo y lo adaptan a su estructura curricular. En Francia e Italia, la modernización directiva se asienta en las escuelas industriales y en las cámaras de comercio, así como en instituciones educativas de raíz católica.

España sigue el mismo camino que Europa continental. En la década que transcurre entre 1955 y 1965, se crea la Escuela de Organización Industrial (EOI), Esade e IESE imparten su primer programa de dirección…

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