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Oriente Próximo ante el nuevo escenario energético

Carlos Echeverría
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Si EE UU alcanzase la independencia energética y llegase a ser exportador de hidrocarburos, las consecuencias para Arabia Saudí y el resto de Oriente Próximo serían considerables. A pesar de estos cambios, la importancia de la región en términos energéticos no decaerá.

La creciente autosuficiencia energética de Estados Unidos y la evolución en general de los mercados hacen que tradicionales productores de hidrocarburos como los de Oriente Próximo empiecen a vislumbrar cambios importantes en su estatus y a dibujar un escenario muy diferente al tradicional en lo que a la región respecta.

Los aspectos político-diplomáticos y de seguridad de esa evolución, aparte de los que definen el escenario en términos energéticos, serán tratados en el presente análisis. La centralidad de Arabia Saudí, sus tensiones con Irán y la creciente importancia de otros productores como Irak son realidades que cuentan no solo en términos de disputas por los mercados y por los precios, sino que también forman parte de una compleja partida que tiene mucho que ver con el liderazgo y la seguridad regional y global.

 

Los cambios que se dibujan en el escenario global

Los hidrocarburos siguen y seguirán siendo claves dada la evolución del sector global del transporte. Si bien esta realidad no cambia de forma sustancial, lo que sí cambia desde hace tiempo es el universo de los productores de hidrocarburos, y en particular el del mayor consumidor de petróleo del mundo, la superpotencia estadounidense.

Antes de entrar en ese ámbito, importante será presentar una panorámica general de los mercados. Aunque hace no tanto tiempo la Agencia Internacional de la Energía (AIE) vaticinaba la escasez del petróleo y preveía que el precio del barril podría alcanzar los 200 dólares en 2014, lo cierto es que la misma institución considera hoy que la demanda mundial crecerá un 30…

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