>   NÚMERO 62

Relaciones empresariales España-India

Antonio Escámez
 | 

Las fundaciones-consejo son el mejor ejemplo de colaboración público-privada. Se trata de crear un marco de actuación para quienes desean promover sus intereses comerciales, educativos, culturales, científicos y tecnológicos con un país determinado, en este caso, India.

 

India es uno de los países emergentes más importantes del mundo. Su proyección política, económica y cultural a escala global y su hegemonía regional hacen de este subcontinente, que reúne al 18 por cien de la población mundial, uno de los mercados más atractivos para la inversión, el comercio y el negocio de las empresas españolas. Varios son los elementos de juicio que avalan esta afirmación.

 

En primer lugar, el papel que India ha decidido desempeñar en el panorama internacional de este siglo XXI, que apenas ha comenzado y que ya contempla un esquema de relaciones internacionales muy alejado de los planteamientos de la pasada centuria. India es uno de los cinco integrantes del llamado grupo de los Brics. Junto con Brasil, Rusia, China y Suráfrica constituyen las principales economías emergentes y un bloque económico que, aunque no actúa como tal, supone un verdadero contrapeso a la tradicional presencia hegemónica de Estados Unidos y la Unión Europea en el ámbito económico, y por ende, en el político.

 

A escala regional, la importancia de India es innegable. Su influencia en Asia meridional preside todos y cada uno de los aspectos de las relaciones internacionales en esa zona de vital importancia estratégica. India es el eje central entre las economías del Golfo y extremo oriente y entre las de Asia Central y el sureste asiático. Es una verdadera potencia regional con influencia en un amplísimo radio de acción, que le permite de forma natural una presencia permanente de primera magnitud en la zona…

PARA LEER EL ARTÍCULO COMPLETO