INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1018

ISPE 1018. 16 enero 2017

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La intervención de hackers rusos en las elecciones de Estados Unidos para favorecer a Donald Trump ha sentado un peligroso precedente para los procesos electorales europeos de este año. El Kremlin va a intentar repetir sus tácticas de ciberespionaje en Holanda, Francia y Alemania para beneficiar a fuerzas populistas antieuropeas. La Comisión Europea ha informado que durante 2016 sus servidores fueron objeto de 110 intentos de penetración, un aumento del 20% respecto a 2015.

La unidad de seguridad interna de la Comisión ha intensificado el uso de sistemas de encriptación, cada vez más sofisticados, y similares a los que utiliza la OTAN. En Francia, el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, ha revelado que su departamento sufrió 24.000 asaltos informáticos frustrados en 2016, algunos de ellos con el objetivo de manipular sus drones militares en Oriente Próximo. Le Drian ha advertido a los partidos políticos que extremen sus precauciones durante la campaña electoral. Por su parte, la Agencia Nacional de Seguridad de Sistemas de Información cree que el peligro es tanto de penetración como de desinformación deliberada.

Pero no parece que a Moscú le preocupe mucho el resultado de las elecciones francesas. Los dos candiatos con más posilidades de pasar a la segunda vuelta –François Fillon por Los Republicanos y Marine Le Pen por el Frente Nacional– son rusófilos. Fillon mantuvo una relación personal con Vladimir Putin cuando ambos fueron primeros ministros, mientras que el FN ha recibido préstamos de bancos rusos. Los más expuestos a operaciones encubiertas son el exministro Emmanuel Macron y el candidato socialista, Manuel Valls, que han apoyado las sanciones contra Rusia.

Alemania es el objetivo prioritario del Kremlin, para el que la reelección de la canciller Angela Merkel supondría una pésima noticia. Berlín ha sido el mayor defensor europeo de…

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