INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 840

#ISPE 840. 6 mayo 2013

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La caída de la cotización bursátil de AppleBlackberry y Nokia, paralela al ascenso imparable de Samsung, confirma que el sector tecnológico está atravesando una zona de turbulencias. El pronóstico es especialmente reservado para los hasta hace poco buques insignia del poder industrial de Canadá y Finlandia y de su capacidad de innovación.

El éxito ya no es lo que era: el más rotundo posible –el dominio pleno de un mercado– es hoy algo tan efímero en esos sectores que puede esfumarse en unos pocos años, incluso trimestres. Aunque era más que previsible que la desaparición de Steve Jobs iba a dificultar a Apple mantener su preeminencia, pocos analistas esperaban que los problemas empezaran tan pronto.

El año pasado las ventas de Apple subieron un 44,5%, hasta los 156.000 millones de dólares, pero la caída de sus acciones, que han bajado un 40,5% desde septiembre, de 702 a 417 dólares, revelan una cierta falta de confianza en su futuro. “Un PER de 9,6% es más propio de industrias en declive que de titanes tecnológicos” escribe el Washington Post.

En 2012 Samsung desplazó al creador del primer smartphone del liderazgo mundial. En el primer trimestre de este año, Samsung vendió unos 71 millones de smartphones, un 70,7% más que el año pasado, con lo que elevó su cuota global del 28,8 al 32,7%. Mientras, Apple vendió solo un 6,6% más, hasta los 37,4 millones, la mitad de Samsung, lo que redujo su cuota del 23 al 17,3%.

El creador del producto ha sido desplazado por un imitador mejor preparado para competir. Los móviles de Samsung, con sistema operativo Android, son a veces mejores que los de Apple y, sobre todo, tienen una mejor relación calidad/precio para el consumidor.

A ese paso, Apple parece condenada a un nicho –el…

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