INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 957

#ISPE 957. 12 octubre 2015

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La victoria de la coalición formada por el conservador PSD del primer ministro Pedro Passos Coelho y el democristiano CDS de Paulo Portas, ha sido la primera de un gobierno comunitario que ha aplicado a rajatabla las recetas de austeridad de la troika, un tour de force político que ha sido recibido con especial beneplácito en Bruselas y Berlín.

El fracaso del gobierno de Syriza en Atenas en su enfrentamiento con la troika, convenció a muchos portugueses de la inutilidad de agendas extremistas como las del Partido Comunista (PC) y el Bloco de Esquerda (BE), que proponen salir del euro para acabar con la austeridad. De hecho, cuando el primer ministro griego, Alexis Tsipras, buscó el apoyo de los países del sur para renegociar la deuda, se encontró con la frontal oposición de Passos Coelho, que ha demostrado ser el alumno más aventajado de la troika.

Sin embargo, el triunfo de la coalición PSD-CDS ha sido parcial: solo obtuvo 104 escaños de 230 con el 38,5% de los votos, perdiendo la mayoría absoluta que logró en 2011, cuando alcanzó 132 diputados. La segunda fuerza más votada fue el Partido Socialista (PS) con 85 escaños (74 en 2011) y el 32,4% de los votos. El BE, que subió hasta los 19 escaños (8 en 2011), dio la sorpresa gracias al eficaz coliderazgo de Catarina Martins y Mariana Mortágua, que por primera vez pusieron al Bloco por delante de los comunistas, que se quedaron en 17 escaños, apenas uno más que en 2011.

Aunque la suma del PS, BE y PC supera aritméticamente a la coalición oficialista, es improbable que se pongan de acuerdo para formar una coalición de gobierno alternativa, dadas sus aparentemente insalvables diferencias programáticas. Los socialistas se encuentran ante el dilema de apostar por el statu quo –en…

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