INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1122

#ISPE: ¿Un conflicto de baja intensidad?

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Los bombardeos indios en la región pakistaní de Khyber Pakhtunkhwa en represalia por el ataque terrorista de febrero, que provocó la muerte de 44 militares indios en Pulwama (Cachemira), amenazan con inaugurar algo más grave, un conflicto de baja intensidad, en una de las fronteras más militarizadas del mundo.

Desde la guerra de 1971, que produjo la independencia de Bangladesh, la tensión ha sido mínima en la llamada “línea de control”, 740 kilómetros que separan los dos países. Ni siquiera tras la incursión de un comando terrorista con base en Pakistán, que mató a 165 personas en Mumbai en 2008, cazabombarderos indios penetraron tanto el espacio aéreo pakistaní.

Los aviones indios, a 100 kilómetros de Islamabad, tenían como objetivo el campamento yihadista de Jaish-e-Mohammed (JeM), que se atribuyó el atentado de Pulwama, el más grave de la región en 30 años. India dice haber eliminado a unos 100 terroristas, Pakistán lo desmiente, además de proteger a JeM y Lashkar-e-Taiba, grupos considerados terroristas por EEUU y la Unión Europea. La devolución del piloto del MIG-21 derribado por un caza pakistaní ha rebajado la tensión, pero solo por ahora.

El primer ministro pakistaní, Imran Khan, ha advertido de que cualquier error de cálculo podría llevar el conflicto hasta un punto de no retorno. Pakistán ha cerrado su espacio aéreo, lo que revela que teme más incursiones. Las imágenes de tanques y vehículos militares dirigiéndose a Cachemira se han hecho virales en la televisión y las redes sociales indias.

Desde 2003 rige un teórico alto el fuego. Pero en 2018 murieron, en ambos lados de la línea de control, un centenar de indios y pakistaníes por disparos y fuego de artillería. Es la mayor cifra en 15 años.

El movimiento secesionista islámico. apoyado por Islamabad, se ha arraigado en Cachemira, el único…

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