INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1104

#ISPE: Nubarrones bursátiles

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Las cinco semanas consecutivas de caídas del índice S&P 500 suponen una clara advertencia sobre los muchos problemas que se están acumulando en la economía mundial.

La ralentización del crecimiento chino, la guerra comercial entre Washington y Pekín, la subida de los tipos de interés de la Reserva Federal, o las diversas crisis en mercados emergentes están forzando la recomposición de las bolsas.

Desde el 23 de septiembre y el 23 de octubre, el índice Dow Jones perdió el 6,1% de su valor, el S&P el 6,5% y el Nasdaq 100, el más volátil y por ello también el más castigado, el 6,8%. Todo indica que los declives van a continuar. Y como sucede siempre cuando ocurre una fuerte corrección bursátil, ya se ha abierto el debate sobre si se trata de un mero altibajo o del preámbulo de una recesión.

Los más pesimistas son aún minoría porque los básicos de la economía de EEUU son sólidos. Nada permite anticipar una caída a corto o medio plazo de los actuales ritmos de crecimiento o un aumento del desempleo, hoy en el 4,5%, una de las tasas más bajas de las últimas décadas.

Pero dado que los ciclos económicos aún no han sido abolidos, eventualmente habrá una recesión, aunque los lapsos que se barajan –dos, tres años– en bolsa son una eternidad. En las compañías tecnológicas los resultados empresariales alcanzan cifras de vértigo, salvo en el caso del automóvil.

Se está abriendo paso la interpretación de que las caídas se deben a un cierto mal de altura. Las bolsas escalaron demasiado rápido y en muy poco tiempo. Y en esas alturas suele haber poco oxígeno.

Por otra parte, las subidas de los tipos de la Reserva Federal (Fed) encarecen el precio del dinero, predisponiendo a los inversores a optar por bonos,…

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