POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 126

Ceuta y Melilla: nubosidad en el Estrecho

Carmen González Enríquez y Ángel Pérez González
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Se prevé que en pocos años la población musulmana sea mayoritaria en Ceuta y Melilla. Infrarrepresentados en las ocupaciones administrativas, con alta tasa de paro y sin reconocimiento oficial de sus lenguas, árabe y ‘tamazig’, musulmanes e hispanos viven en mundos separados.

Los territorios españoles en el norte de África apenas alcanzan los 32 kilómetros cuadrados, de los cuales 19 corresponden a Ceuta y 12 a Melilla. El resto se reparte entre las tres islas Chafarinas, los peñones de Vélez y Alhucemas y la controvertida isla Perejil, ya en el Atlántico. Pero, a pesar de su pequeña extensión, su proyección marítima, nunca reconocida por Marruecos, pero indudable de acuerdo con el Derecho Internacional, se convierte en una fuente de conflictos que saltan a la luz pública cada vez que se plantea su aprovechamiento económico, como ha sucedido recientemente con motivo de la concesión de autorizaciones de prospección petrolífera. Por otra parte, el no reconocimiento de Marruecos de las fronteras marítimas y terrestres en el norte de África constituye para España un problema de seguridad que genera dificultades prácticas habituales en las ciudades, como el control de la actividad pesquera, la vigilancia marítima, el sobrevuelo de la zona por aeronaves del ejército y otras fuerzas de seguridad del Estado, la gestión ecológica y medioambiental, la expulsión de inmigrantes ilegales, la responsabilidad de menores abandonados en el perímetro fronterizo o dentro de las ciudades, así como la persecución de delitos en los espacios en litigio.

A la excepcionalidad geográfica, utilizada por Marruecos en su reclamación de soberanía, las ciudades unen su asimetría institucional y demográfica respecto del resto de España. Institucional porque ambas se constituyen en ciudades autónomas, con estatutos que limitan notablemente la capacidad de autogobierno, al carecer de capacidad legislativa y no ejercer varias de las competencias habituales en otras…

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