Los cambios políticos sobrevenidos desde 1985 en los países del bloque soviético, con la llegada de Gorbachov al poder, han planteado, entre otras muchas, cuestiones relativas a la transición desde el colectivismo burocrático y la planificación central hacia un sistema con más elementos de propiedad y de libre mercado, la cuestión del status internacional y de la entidad económica de sus respectivas monedas.