POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 159

Putin en el homenaje a los caídos rusos en la Segunda Guerra mundial (Moscú, 8 de mayo de 2013). GETTY

Libros: El retorno al poder de la casta guerrera de Rusia

La pugna violenta entre grupos dominantes, los sombríos territorios interiores de un país envejecido y la corrupción por el sistema político y económico componen el retrato de Rusia a través de cuatro libros:
Francis Ghilès
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Merchant, Soldier, Sage: A new History of Power, de David Priestland. Londres: Penguin, 2013. 352 págs.

Fragile Empire: How Russia fell in and out of love with Vladimir Putin, de Ben Judah. Londres: Yale University Press, 2013. 400 págs.

Ruling Russia: Authoritarianism from the Revolution to Putin, de William Zimmerman. New Jersey: Princeton University Press, 2014. 344 págs.

Red Fortress: the Secret Heart of Russia’s History, de Catherine Merridale. Londres: Allen Lane, 2014. 528 págs.

 

Vladimir Putin ha tenido un buen año. Las ansias de protagonismo internacional se pusieron claramente de manifiesto durante los Juegos Olím­picos de Sochi. La vacilación occidental respecto a Siria el verano de 2013 dio a los rusos una importante victoria diplomática. Su respaldo al acuerdo con Irán para que este restrinja el programa nuclear transmitía el mismo mensaje a los políticos partidarios de la línea dura de Was­hington; Putin aparecía como ganador y este episodio representaba una prueba más de la merma de autoridad de Estados Unidos en Oriente Próximo y más allá. El otoño pasado ayudó a sabotear la propuesta de integración de Ucrania en Europa occidental y en marzo se anexionó la región ucraniana de Crimea, base de la flota nacional rusa.

Rusia no tiene amigos de verdad, a excepción de unos cuantos aliados de conveniencia, que ven ventajas instrumentales en sus vínculos con Moscú. Putin persigue tres objetivos: someter Ucrania y convertirla en un Estado satélite, demostrar que el Kremlin no se verá frenado por las leyes internacionales ni las amenazas de Occidente y hacer realidad la aspiración de alejar a Rusia del camino de la democracia. Las armas nucleares y el petróleo permiten a Putin pavonearse ante el mundo, aun cuando su país sigue sumiéndose en la decadencia económica, la población envejece y las infraestructuras se desmoronan.

Algunos…

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