POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 4

Seis medidas para devolver la confianza económica en el mundo occidental

Malcolm Fraser
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Tras el reciente colapso de los mercados de valores de todo el mundo, muchas personas se preguntan qué ocurrirá ahora. Naturalmente, se ha resquebrajado la confianza y los inversores no ocultan su nerviosismo.

Desgraciadamente, son responsables de la situación cierto número de factores negativos, factores no dependientes de sentimientos ni del pánico, sino de la realidad económica. A partir de ahora, los Bancos van a vigilar con extrema cautela los límites de descubierto y las líneas de crédito; algunos de ellos los han reducido e incluso suprimido ya. Muchas empresas e individuos sin solvencia suficiente se verán obligados a vender sus activos en el mercado, lo que ejercerá una nueva presión a la baja en una situación ya de por sí bastante difícil y sensible.

La caída de la Bolsa destruyó en un solo día el 25 por 100 de la riqueza empresarial de los Estados Unidos; en Australia no fueron mejor las cosas. Por ello resulta inevitable que se aplacen o suspendan las compras de bienes de consumo. Incluso quienes no han invertido en las Bolsas experimentarán esta incertidumbre sobre el futuro y todo ello ejercerá su impacto en el curso del próximo año. Muchas decisiones de inversión se aplazarán o devolverán a las empresas, mientras éstas tratan de observar cómo afecta a los consumidores el actual estado de cosas.

La desregulación operada en los países occidentales ha favorecido es- tas incertidumbres. En los años treinta se aplicaron muchos controles prudentes a los mercados financieros para tratar de evitar que volviera a repetirse el “ crack” de Wall Street de 1929. Con las prisas y la precipitación de esas medidas liberalizadoras, muchos de esos prudentes controles se han abandonado. Las instituciones financieras están actualmente mucho más interconectadas, lo que hace mucho más probable que la desgracia de un sector…

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