POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 175

Xi Jinping en el Gran Salón del Pueblo durante los actos del 150 aniversario del nacimiento de Sun Yat-sen (Pekín, 11 de noviembre de 2016). GETTY

Xi Jinping: todos los poderes para un año crucial

El segundo mandato que el secretario general del Partido Comunista Chino inicia en 2017 definirá su papel como revitalizador de China o como "emperador". Desde la fundación de la República Popular en 1949, ningún líder había acumulado tanto poder.
Georgina Higueras
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Después de recibir los títulos de “núcleo” del Partido Comunista Chino (PCCh) y “comandante en jefe” del Ejército Popular de Liberación (EPL), Xi Jinping encara 2017 como un año decisivo, tanto a nivel interno como externo, para avanzar en su objetivo de devolver a China la “riqueza y el poder” que históricamente ha disfrutado, a excepción de los dos últimos siglos. Para ello, se apoya en tres pilares: la reordenación del PCCh, la transformación económica y la confirmación del país como actor global. Tensiones separatistas y una infinidad de incertidumbres amenazan su proyecto.

Desde la fundación de la República Popular en 1949, ningún líder había acumulado tantos títulos y tanto mando como el presidente Xi, que encabeza también las principales comisiones del partido, como la militar central, la de disciplina y la de finanzas. Sus acólitos lo justifican con afirmaciones como que nunca antes los problemas y retos del país habían sido tan grandes y que “toda dirección colectiva debe tener un núcleo”, sobre todo en momentos en los que hace falta enderezar el rumbo.

Xi Jinping ha dedicado buena parte de su primer mandato como secretario general del PCCh a desbrozar el camino para el XIX Congreso del partido, que se celebrará a finales de 2017. Se renovará a la mayoría de los integrantes de sus principales órganos, incluido el Comité Permanente del Buró Político, cuyos siete miembros encarnan la dirección colegiada que propugnó el llamado “arquitecto de la reforma”, Deng Xiaoping, para evitar los excesos tiránicos de Mao Zedong. Convencido de que su proyecto visionario del “renacimiento de China” exige ante todo “lealtad”, Xi está promoviendo a los fieles que quiere que le acompañen en su segundo mandato –el último, según los actuales estatutos– para facilitarles el escaño en la particular elección comunista. Entre ellos se encuentran una…

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