POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 163

Carta de América: Nunca es tarde para las sorpresas en Washington

Si 2014 terminó con el anuncio de Obama del reinicio de relaciones diplomáticas con Cuba, 2015 comienza con un Congreso en manos republicanas dispuesto a minar cualquier política del presidente.
Jaime de Ojeda
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El “gran guiñol” que es Washington nos ha deparado cuatro dramáticas representaciones para el fin de 2014. Ante todo, la primera manifestación de lo que se propone realizar la mayoría republicana en el Congreso; la explosión de conflictos raciales con las fuerzas de seguridad; el escándalo del informe del comité de inteligencia del Senado sobre las torturas sistemáticamente infligidas por la CIA a los “combatientes enemigos”; y el anuncio, el 17 de diciembre, del comienzo de la normalización de relaciones diplomáticas con Cuba.

Tras su éxito electoral en noviembre, los republicanos las tenían muy felices pensando en cómo iban a arruinar el sistema del seguro médico universal, Obamacare, y derrotar las medidas “unilaterales” que ha adoptado el presidente Barack Obama respecto a la inmigración ilegal, amenazando con reanudar las consabidas batallas sobre el presupuesto y forzar el cierre del gobierno como han hecho en ocasiones pasadas.

Esta división de ambos partidos será importante durante la próxima legislatura. La fuerte oposición de Pelosi ha recordado a los republicanos que, por su división, necesitarán votos demócratas para la aprobación de sus proyectos, lo que les obligará a moderar sus ambiciones; y los demócratas saben que no tendrán más remedio que aceptar lamentables compromisos, conscientes de que muchos de sus congresistas no son partidarios de las aspiraciones ideológicas del ala izquierda del partido. Se diría que esto augura una legislatura eficaz pero, como dice el refrán, el diablo está en los detalles: falta mucho para que ambos partidos actúen de consuno respecto a tantas cuestiones que los enfrentan de manera existencial y al calor de la inminente campaña electoral para las elecciones presidenciales de 2016.

Por ejemplo, ¿se atreverán los republicanos a invalidar las decisiones del presidente en favor de los inmigrantes ilegales nacidos en el país y en contra de la deportación…

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