AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 29

Egipto – Estados Unidos – Israel

Mara Revkin
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Aunque no es probable que Egipto altere sus alianzas con EE UU e Israel, el levantamiento ha desmantelado un orden regional considerado inmune al cambio.

 

Los expertos en Oriente Medio consideran desde hace mucho que el “déficit de democracia” de la región es un problema inabordable de un panorama político mayoritariamente autoritario. En septiembre de 2010 sin ir más lejos, Larry Diamond, especialista en ciencias políticas argumentaba que las perspectivas de la reforma política seguirán siendo sombrías mientras los regímenes
autocráticos mantuviesen su capacidad de acabar con la disensión activando los sistemas de seguridad coercitivos y comprando el apoyo público con subvenciones.

Durante décadas, estas tácticas habían acallado con éxito las peticiones de reforma política en todo Oriente Medio. Pero a principios de 2011, la creciente frustración económica y la marginación política habían corroído las bases del sistema de gobierno autoritario y, en enero, los levantamientos populares en Túnez y Egipto demostraron con su fuerza explosiva la recién descubierta vulnerabilidad de los regímenes no democráticos. En un principio, algunos escépticos consideraron que el levantamiento de Túnez era una anomalía única imposible de repetir en otros países, pero cuando el descontento se propagó a Egipto y precipitó el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak, pocos pudieron negar que un cambio de paradigma regional estaba transformando irreversiblemente Oriente Medio…

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