AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 50

Identidades, culturas y pautas religiosas

Sadek Hamid
 | 

Para dejar de hablar de los jóvenes musulmanes europeos como fuente de preocupación, hay que entender que sus vidas religiosas y culturales son tan diversas como sus identidades.

A lo largo de la última década, el debate público sobre los jóvenes musulmanes europeos se ha asociado casi siempre a su supuesta falta de integración, a su participación en actos delictivos o a su propensión a la radicalización violenta. La obsesión con estos tres referentes negativos dominantes ignora el hecho de que la gran mayoría de esos jóvenes intenta llevar una vida normal. Es más, la visibilidad de los musulmanes en Europa se contextualiza en debates más amplios entre los medios de comunicación y las élites políticas sobre la inmigración, el laicismo y las amenazas a la identidad nacional. Un continente en el que la población está envejecida y, en cambio, las tasas de natalidad de los musulmanes son relativamente altas, y en el que las formas de religiosidad cristiana tradicional están en decadencia, parece justificar la retórica de los partidos políticos antimusulmanes que alertan respecto a una potencial “islamización de Europa”. Varios gobiernos han reaccionado adoptando directrices que imponen cursos de lengua y de integración obligatorios, exámenes de ciudadanía e, incluso, medidas más restrictivas como la prohibición del burka, de los velos para la cabeza y de la construcción de minaretes en las mezquitas. Sin embargo, el miedo al terrorismo y el aparente auge de las formas conservadoras de religiosidad dogmática entre los jóvenes musulmanes preocupan particularmente a los gobiernos ansiosos por preservar la cohesión social y la seguridad.

Si bien no hay acuerdo sobre su cifra total, los jóvenes musulmanes europeos representan alrededor del 50% de los 20 millones de musulmanes que se calcula que viven en Europa occidental. Es decir que actualmente son más o menos un 5%…

PARA LEER EL ARTÍCULO COMPLETO