INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 857

#ISPE 857. 16 septiembre 2013

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El ascenso de Tesla al firmamento tecnológico y corporativo ha sido tan fulgurante que muchos analistas consideran ya a la compañía, especializada en fabricar automóviles eléctricos, la nueva Apple. Fundada en 2003 en Silicon Valley (California) por Elon Musk y un pequeño  grupo de ingenieros, Tesla ha demostrado que el monopolio del motor de combustión en la industria del automóvil tiene los días contados.

Su primer vehículo, el Roadster, un deportivo eléctrico capaz de llegar a 300 kms/hora de 130.000 dólares y lanzado en 2008, ya marcó un hito pese a que solo se vendieron 2.300 unidades. El objetivo de Musk es demostrar que se pueden hacer coches eléctricos atractivos y de precio accesible.

Por ello el siguiente paso de Musk, que fundó PayPal y tiene otras dos empresas tecnológicas –SpaceX (cohetes para la NASA) y SolarCity (generación fotovoltaica)–, fue desarrollar un vehículo más competitivo: el Tesla S, una berlina de lujo de 75.000 dólares.

Cuando el pasado mayo la compañía anunció que había vendido en el primer trimestre 4.750 de esas berlinas en EE UU, más que Mercedes Benz (3.000) o BMW (2.300), el valor de la acción alcanzó los 100 dólares, frente a los 35 de 2012, y ahora ronda los 160.

Tesla facturó 400 millones de dólares en 2012 y ha alcanzado los 562 millones en el primer trimestre. La revista Automobile ha elegido al Tesla S “Automóvil del año 2013”, dadas sus cifras de rendimiento: alcanza los 209 kms/hora, va de 0 a 100 kms en cuatro segundos y tiene una autonomía de 480 kms. La compañía ha inventado un paquete propulsor con miles de baterías de iones de litio, que van por debajo del vehículo. Además de sus líneas elegantes, el coche es un prodigio electrónico: todas sus funciones están…

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