POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 133

La Europa estratégica: el vuelo del A400M

Darío Valcárcel
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La capacidad de Europa de diseñar y construir un gran avión militar de transporte sitúa a la Unión Europea en el centro del sector aeroespacial, que domina Estados Unidos. El avión europeo tiene una autonomía de 8.700 kilómetros y una admirable versatilidad.

América ha dudado durante cincuenta años de la capacidad de Europa para desempeñar un papel de primera fila en el sector aeroespacial militar. También China, Rusia, Brasil han esperado alguna señal visible, tangible. La señal ha llegado. El 11 de diciembre de 2009, en el aeropuerto de San Pablo, Sevilla, ante el rey de España y los ministros franceses, alemanes, británicos, españoles, belgas, turcos, despegaba el A400M, el gran transporte militar cuyo diseño comenzó hace 15 años. Las dudas sobre la capacidad europea para crear ese versátil y enorme avión, capaz de proyectar acciones estratégicas a 8.000 kilómetros, quedó despejada, aunque queden, claro, grandes problemas por aclarar. El Rey y los ministros estaban presentes, pero también los fabricantes: el presidente de EADS (European Aeronautic Defence and Space Company) Louis Gallois y los de sus dos sociedades filiales, Airbus y Airbus Military, Tom Enders y Domingo Ureña-Raso.

El avión voló. Admirablemente además. Disponer de proyección estratégica y de capacidad inmediata de desplazamiento significa que, ante una emergencia, un centenar de A400M podrían desplazar en horas a, por ejemplo, 12.000 soldados a un escenario lejano. Francia, Alemania, Reino Unido y España han comprado 162 aviones de esta clase, lo que significa que pueden, en tiempo récord, alcanzar objetivos lejanos.

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