POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 148

México: el sexenio solitario de Felipe Calderón

Sabino Bastidas
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En tensión permanente desde su cuestionada elección, Calderón deja la presidencia con el PAN debilitado y una crisis de seguridad en México. Una cifra resumirá su sexenio: los 71.000 muertos, y miles de desaparecidos y desplazados, de la guerra fallida al narcotráfico.

 

Cómo se juzga el trabajo de un gobernante?¿Cuáles son los hechos con los que un presidente asocia para siempre su lugar en la historia? Estas preguntas son ocupación constante de historiadores, politólogos y sociólogos. Constituyen preocupación –y a veces obsesión– de políticos en activo y en retiro, así como de gabinetes, ministerios, partidos y equipos de comunicación de los gobiernos.

 

Las valoraciones se construyen con el tiempo. A veces cambian y se corrigen. Otras se quedan para siempre. Se hacen gradualmente, con la suma de muchas opiniones, después de debates, libros y artículos. A veces se hacen al calor de los procesos en curso. Otras, cuando bajan la euforia y las pasiones, y se va conociendo la verdad. Es la construcción de la memoria.

 

En México habrá pronto un cambio de gobierno. El próximo 1 de diciembre deja la presidencia de la república el segundo presidente de la derecha mexicana, el Partido de Acción Nacional (PAN), Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. Concluido el sexenio, los juicios, balances y valoraciones han comenzado con las elecciones del 1 de julio. Han sido seis años muy accidentados y complejos, en los que se vivió el miedo muchas veces. Si es válido decir que en política existe la suerte, el gobierno de Calderón tuvo muy mala suerte, con incidentes, accidentes y crisis que lo pusieron al límite en muchas ocasiones…

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