POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 134

Michelle Bachelet: la derrota de un éxito

Augusto Varas
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La derrota del candidato de su partido, la Concertación, no ensombrece el éxito de Bachelet, que terminó su presidencia con un 83 por cien de popularidad. Con el derechista Sebastián Piñera, Chile comienza una nueva etapa política en una democracia consolidada.

«El verdadero continuador de mi obra es Eduardo Frei y no otro», afirmó Michelle Bachelet a pocos meses de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 13 de diciembre de 2009, confiada en que el 65 por cien de aprobación de su gobierno y el 83 por cien de su popularidad -cifra jamás lograda por ninguno de sus predecesores al finalizar su mandato- permitiría a la coalición gobernante, la Concertación, prolongarse cuatro años más, completando así casi un cuarto de siglo en el poder. La victoria y traspaso del gobierno al candidato de la derecha, Sebastián Piñera, en la segunda vuelta del 17 de enero, no sólo ensombreció el término de un exitoso gobierno que puso su mayor énfasis en la protección social, sino que abrió un nuevo capítulo en la historia política chilena.

La trascendencia del triunfo de Piñera ha despertado la natural pregunta de cómo el exitoso gobierno de Bachelet no pudo transferir su adhesión al candidato de la misma coalición. No existe una sola razón del triunfo o de la derrota, más bien hay un conjunto de factores dinámicos de largo plazo que habrían actuado junto a elementos de coyuntura. Dirigentes políticos y analistas han esbozado diversas interpretaciones en distintos niveles de profundidad y con variados respaldos empíricos. Indudablemente, de las respuestas a las principales preguntas se derivarán determinadas consecuencias políticas.

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