AFKAR-IDEAS  >   NÚMERO 45

Petróleo y política en la segunda guerra civil libia

Mattia Toaldo
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El país vive su segunda guerra civil desde la caída de Gadafi, que se libra en torno al control de los ingresos petroleros  y las instituciones. La falta de claridad institucional respecto a quién está al timón, la caída de la producción y el desplome de los precios del crudo agravan la situación. Libia se enfrenta a una grave crisis presupuestaria que podría desembocar en una crisis humanitaria con importantes consecuencias para Europa.

Aunque en general no se reconozca fuera de sus fronteras, en Libia hay una guerra civil. Es el segundo conflicto interno desde los enfrentamientos de 2011 entre el exdictador Muamar Gadafi y el Consejo Nacional de Transición. Por el momento, los esfuerzos internacionales por alcanzar una solución negociada han fracasado, mientras que la guerra abarca cada vez más el control de los recursos petrolíferos y de las instituciones financieras.

En esta ocasión, en la contienda intervienen los que vencieron al “Coronel” en 2011. Por un lado están los autodenominados “revolucionarios”, que controlan la capital, Trípoli. Su coalición, Amanecer de Libia, incluye las milicias de Misrata, de las ciudades del oeste del país y de la minoría bereber, así como otros grupos de tendencia islamista. Han resucitado el Congreso General Nacional (CGN)  –el antiguo Parlamento– y han elegido un “gobierno de salvación nacional” encabezado por Omar al Hasi, exprofesor de Bengasi. Sin embargo, ni un solo país fuera de Libia ha reconocido a su gabinete, aunque, según se dice, controla la mayoría de los edificios gubernamentales de la capital.

Por el otro lado está el gobierno reconocido internacionalmente, con sede en las ciudades de Tobruk y Al Baida, al este del país, y presidido por Abdulá al Thinni. Allí es también donde se reúne la Cámara de Representantes, el Parlamento elegido en junio de 2014. Recientemente, este bando…

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