Lo normal en una situación alarmante es que el aumento del riesgo en las inversiones eleve las rentabilidades exigidas por los inversores a cambio de asumir dicho riesgo. Sin embargo, en esta ocasión los tipos de interés están en mínimos históricos, a pesar de que la caída del PIB provocada por la pandemia ha sido la más profunda nunca vista en tiempos de paz. Esta situación es consecuencia de los estímulos puestos en marcha por los bancos centrales en la última década para combatir las crisis. Una estrategia que ha sido muy efectiva para reducir las primas de riesgo de los países, evitando cualquier problema para financiar los enormes déficits acumulados.
El efecto se aprecia en las curvas de rentabilidades de España (el tipo de interés al que cotizan los bonos en los diferentes tramos). La curva de España está hoy muy por debajo del nivel de hace una década, pero también está por debajo de la curva alemana de hace 10 años. En la actualidad, la rentabilidad que paga cualquier bono español con un vencimiento inferior a 10 años es negativo, o lo que es lo mismo, hay que pagar por tenerlo.
Las primas de riesgo se han reducido…