POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 151

Carta de Europa: Por qué los europeos deben conocer lo que piensa China

Mark Leonard
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Pese a su resistencia ante la crisis de 2008, China tiene ahora que hacer frente a tres crisis propias: de prosperidad, estabilidad y poder. El debate interno va más allá de la división reformistas-conservadores.

Un camión cisterna cargado con metanol se estrelló contra un autobús y mató a 36 personas en la ciudad china de Xian, el 26 de agosto de 2012. Poco después del accidente aparecía en Internet una fotografía de Yang Dacai, el funcionario local responsable de la seguridad vial, sonriendo en el escenario del choque, lo que provocó una inmensa oleada de ira en la Red. El blanco de los comentarios de los cibernautas pronto se desvió de su insensibilidad a su reloj, y los blogueros consiguieron desenterrar fotos suyas con 11 relojes de lujo diferentes. Unas semanas después, los medios de comunicación chinos informaban de que Yang había sido despedido tras una investigación por corrupción.

Es solo uno de los incontables escándalos que estallan cada año en China. Pero ilustra la razón por la que muchos intelectuales piensan que su país está a punto de iniciar una nueva fase de desarrollo. Que se tomasen medidas represivas contra el funcionario en lugar de contra los blogueros demuestra que la tradicional inclinación de China por la estabilidad está cambiando en la era de las redes sociales. Y el hecho de que este suceso apareciera en los medios de comunicación internacionales demuestra que a China le resulta difícil mantenerse en segundo plano…

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