Mini empresas en el exterior

 |  28 de mayo de 2013

 

Albert Einstein dijo en una ocasión que la crisis era una bendición para las personas y los países: “La crisis trae progresos, es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla”.

La crisis económica sacude España, síntoma de que algo falla. Los emprendedores pueden aprovechar este momento para reinventar estrategias empresariales, abriéndose paso hacia nuevos mercados, mejorando su eficiencia, y revisando estructuras tradicionales que ya no encajan. Creando desde cero. Retando a un clima desmoralizado.

Lara Go! y la Cooperativa Pliego son ejemplos de interés de mini empresas españolas orientadas al exterior. La primera es de María de Lara, responsable de la start up dedicada a cuatro actividades conectadas entre sí: promoción de campamentos en Estados Unidos para niños, con trabajos de voluntariado en high schools de 7 a 14 años; viajes de inmersión para muchachos interesados en la ayuda a los desfavorecidos; cursos universitarios, sobre todo en la universidad de San Diego, California; y, por último, viajes especiales,  accesibles, gracias al acuerdo de grupos que abaratan vuelos y estancias. Esta última idea ha ganado la atención de varios colegios españoles. En todo caso, la firma Lara Go! promueve la formación integral de un alumnado interesado en el sistema educativo americano: no solo en aprender inglés en Estados Unidos, sino en adentrarse en la imprevisible cultura americana. Su lema Learning Abroad, Reaching Ahead, anuncia esta aspiración.

La segunda iniciativa viene de la Cooperativa Pliego, cerca del municipio de Mula, Murcia, comercializadora de aceite de oliva cinco estrellas. No produce gran cantidad, bastan pocas decenas de millares de litros exportados sobre todo a Ámsterdam y Hamburgo, aparte de lo entregado al consumo de compradores murcianos. Su calidad para aderezar ensaladas y platos crudos se reconoce ya en los buenos restaurantes de la concurrida Leidseplein. En la cooperativa han cazado el gusto de neerlandeses y hamburgueses hasta hacerlos óleodependientes, vinculándolos a esa droga benigna. Los cultivadores murcianos han captado esa adicción y la aprovechan. Hace 25 años, España exportaba un millón de toneladas de naranjas. Hoy exporta 12 millones. En el aceite mulero se da un crecimiento paralelo. Sin hablar inglés, tres directivos de Pliego han viajado a Ámsterdam y parece que han tenido éxito en sus encargos, no solo para la cosecha de 2014.

 

Para más información: 

Federico Steinberg, «Crisis económica: diagnóstico y perspectivas». Economía Exterior 54, otoño 2010.

Rafael Pampillón, «El necesario cambio de modelo productivo en España». Economía Exterior 54, otoño 2010.

Alfredo Arahuetes y Robert Robinson, «Inversiones directas españolas: mitos y realidades». Economía Exterior 54, otoño 2010.

Javier Gómez Navarro, «En la competitividad está la clave para salir de la crisis». Economía exterior 48, primavera 2009.

 

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