POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 15

¿África abandonada? ¿Iberoamérica sola?

Chester A. Nagle & Michael A. Ledeen & Mark Falkoff
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África agoniza en medio del hambre y la enfermedad. Las tesis convencionales se basaban en perspectivas hoy totalmente superadas, en las que la superpoblación era la causa de los problemas más graves del Continente. Los datos sobre la propagación del Sida muestran que entre el 20 y el 50 por 100 de la actual generación de africanos de raza negra (entre los veinte y los cuarenta años de edad) morirán en el transcurso de la próxima década como consecuencia de esta enfermedad. Si estos datos llegaran a confirmarse, el balance de muertes sería considerablemente más alto que el de cualquier otro hecho de la historia de la humanidad. Los niveles de infección están superando la barrera del 80 por 100 entre determinados grupos de población no estable, como los transportistas de largo recorrido, prostitutas, refugiados, trabajadores emigrantes y soldados. Los informes elaborados por los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en junio de 1989, señalan un destacado aumento de los casos de Sida en el mundo, provocado fundamentalmente por el incremento de la enfermedad en el continente africano. En esta región parece ser sólo una cuestión de tiempo –y quizás no demasiado– el que esta terrible plaga se propague al resto de su población.

A diferencia de los grupos de riesgo más afectados hasta ahora en EEUU (homosexuales y toxicómanos por vía intravenosa), la mayor parte de las víctimas africanas son heterosexuales sin adicción a las drogas. La enfermedad parece extenderse de la misma forma entre hombres y mujeres a través de relaciones heterosexuales. Probablemente la razón de ello estriba en que otro tipo de enfermedades infecciosas de transmisión sexual, como la sífilis o la gonorrea, están muy extendidas y con frecuencia carecen de cualquier tipo de tratamiento. Estas enfermedades infectocontagiosas provocan lesiones en el ser…

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