El experimento argentino se vino abajo en diciembre de 2001, mientras el FMI o el BID apoyaban la caja de conversión adoptada por el país a principios de los noventa. Aunque todavía haya que digerir el trauma, pueden sacarse algunas lecciones que no son nuevas ni sorprendentes.
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Marruecos y la UE: más que una asociación