Como en el cuento de Andersen, El traje nuevo del emperador, nadie quería reconocer que Enron era un artificio, un ejemplo de la locura propiciada por el ambiente de la nueva economía.
POLÍTICA EXTERIOR > NÚMERO 86


Como en el cuento de Andersen, El traje nuevo del emperador, nadie quería reconocer que Enron era un artificio, un ejemplo de la locura propiciada por el ambiente de la nueva economía.