Es el momento para que los países con intereses en Colombia se pregunten si es posible movilizar las fuerzas capaces de alcanzar la paz. Guerrilla, paramilitares y narcotráfico amenazan la supervivencia de un Estado al borde de la desintegración. El Plan Colombia, recientemente adoptado, puede ser un útil instrumento, pero también podría desestabilizar las naciones vecinas.
POLÍTICA EXTERIOR > NÚMERO 78


Una enmienda a la totalidad
'Tsunami' y solidaridad