Un análisis de la unión monetaria en Europa demuestra que la integración no necesita tener un punto político. Más bien, una moneda única debería basarse en los beneficios que se deriven de la liberalización. Si se consigue una unión política, será un logro añadido; si no, no pasará nada.
POLÍTICA EXTERIOR > NÚMERO 50


Egipto: los compromisos de cambio de Mubarak
Julio-agosto 1996 - Papel
Julio-agosto 1997 - Papel