POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 41

Pragmatismo medioambiental

El previsto crecimiento de población -muy acusado en el tercer mundo- supondrá mayor presión para los recursos naturales. Los estudiosos del medio ambiente atraen más la atención de los políticos cuando argumentan que tales presiones pueden suponer una mayor amenaza para la seguridad global.
Frances Cairncross
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Los ecologistas tienden a ser alarmistas. Han de serlo, si quieren que se les escuche. Los traumas diarios de la política y la economía (un golpe de Estado aquí, una crisis monetaria allí) acaparan la atención de los gobernantes y dejan de lado, semana tras semana, el ritmo más lento de la evolución medioambiental. Por otra parte, muchos cambios medioambientales, sobre todo en los países ricos, no parecen amenazar ni la salud ni la riqueza. Si desaparecen los peces de un río o el aire de la ciudad se vuelve opaco, los costes calculados en cualquier medida que no sea sentimental, puede que sean insignificantes. En los países ricos muere mucha más gente de accidentes de tráfico que de los efectos secundarios de la contaminación. Además, la recesión de principios de los noventa probablemente haya costado más a la mayoría de los países ricos que todo el daño medioambiental de los últimos 20 años. Sin embargo, los costes del daño medioambiental en los países pobres son muy diferentes. Allí el daño se ha acelerado y ha ocurrido en una magnitud nunca vista en la mayoría de los países ricos.

Algunos costes son sentimentales: va a ser muy triste presenciar cómo los pandas, rinocerontes negros, tigres, gorilas y elefantes desaparecen de algunas tierras y quizá del planeta en la próxima generación. Por desgracia para estos animales, están concentrados en lugares del mundo donde la utilización de la tierra está cambiando con mayor rapidez y donde los recursos financieros y administrativos para protegerlos son más escasos. Sin embargo, lo más importante en muchos países en desarrollo son los costes medioambientales medidos en vidas humanas y en salud. Por otra parte, el enorme crecimiento previsto de la población, especialmente en los países pobres, ejercerá una presión mayor sobre los recursos naturales….

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